sábado, 5 de diciembre de 2009

TRINEO DE SANTA CLAUS


Cada año, un viejito de cara rosada, barba blanca y bonachón, llamado Santa Claus, se presenta la llamada para alegrar a miles de niños y niñas que esperan impacientes algún regalito, al mismo tiempo que le piden perdón y comprensión por las travesuras realizadas durante todo el año.
Millones de cartas en todo el mundo son escritas solicitándole principalmente el juguete que más desean, porque la leyenda dice, que Santa tiene, quizá muy escondido en el Polo Norte, un taller en donde cientos de alegres enanitos se dedican a fabricar juguetes durante todo el año para poder complacer lo más que se pueda, a todos los niños que creen en este maravilloso sueño.
Pero para que los millones de regalos, puedan llegar a tiempo a su destino, durante la noche del día 24 de diciembre, Santa los coloca en su trineo, que jalado por 9 enormes y hermosos renos, llamados: Brioso, Saltín, Danzarín, Saeta, Astro, Cupido, Veloz, Pirueta y Rodolfo el de la nariz roja, cruza velozmente el cielo y se posa en cada casa, para que los regalos sean colocados bajo el árbol navideño o dentro de las largas medias dejadas en la chimenea y así cuando en la madrugada del 25 de diciembre los niños y niñas despiertan (por cierto muy temprano) puedan ver la sorpresa que este hermoso viejecito les ha dejado, por supuesto a los que se portaron bien o no tan mal.

LEYENDA DE LA FLOR DE NOCHE BUENA


Cuando Dios creó la naturaleza en la Madre Tierra, les pidió a las plantas que crearan sus mejores flores para entregar al mundo y que cada una seleccionara las estaciones del año para su nacimiento. También les pidió que siempre dieran a todo aquel que las tomara en sus manos y en su vida, todo lo mejor de ellas: belleza, amor, armonía y sabiduría.
Cierto día, Dios vio que una planta en especial desde el momento de su nacimiento daba todo lo más sagrado que se encontraba en su esencia, con el fin de ser elegida por los humanos para llevar a sus vidas la belleza, amor, armonía y la sabiduría que su creador le había entregado como misión.
Pero por más que se esforzaba por ser elegida, nadie se paraba ante ella para admirarla. Nadie la apreciaba pues su flor era muy pequeña y sus hojas muy grandes; esto la entristecía. Sin embargo no dejaba de luchar por ser feliz, aun cuando ningún hermano la quería.
Al ver esto, Dios fue hasta la planta y le dijo: "Veo que eres muy hermosa y que realizas tu misión con mucho amor, aun cuando tu belleza no es valorada y sin embargo luchas por ser feliz dando tu amor incondicional a tus hermanos pues sabes que lo necesitan. Por eso te voy a dar mi sangre. Cuando la depositó en sus hojas, se transformaron en el rojo más hermoso que existe, y así la se convirtió en la flor más bella, que florecería además en la época más importante de la Tierra, en la navidad para ser la representante del amor y la esencia divina del universo.
Desde aquel momento la planta de flor pequeña y de grandes hojas se transformó en la bella Flor de Nochebuena, haciéndola la más representativa del nacimiento del amor y la esperanza en el mundo.
Así la Flor de Nochebuena es acogida por cada año en los hogares, logrando que cumpla con la misión de traer: belleza, amor, esperanza, sabiduría y armonía a las vidas de todas las personas de la Tierra.

FLOR DE NOCHE BUENA


En toda decoración navideña no puede faltar la hermosa Flor de Nochebuena o Cuetlaxóchitl, nombre náhuatl que significa "flor de pétalos resistentes como el cuero".
Es originaria de México y recibe el nombre de Flor de Nochebuena, porque florece precisamente durante los meses de noviembre y diciembre.
Las culturas mesoamericanas amaban la naturaleza y en especial las flores, por lo que esta flor fue utilizada por ellos no solo para decorar y alabar a sus dioses, sino también como planta medicinal y para teñir el cuero, el algodón y otros textiles. También llegó a ser un símbolo de "nueva vida" para los guerreros muertos en batalla.
Durante la época de la Colonia, cuando los frailes evangelizaron a los indios, empezó a ser utilizada pra decorar los nacimientos en las las iglesias y conventos, dándoles un gran colorido y belleza.
Pero ¡cuidado!, no te dejes engañar, porque la hermosa flor de nochebuena no es la que creemos, porque sus hermosos pétalos rojos, no son pétalos sino hojas, que al madurar se vuelven rojas o blancas, la verdadera flor, aunque no lo creas, la forman las bolitas amarillas que se ven en el centro.
La Flor de Nochebuena también tiene otros nombres como Flor de Pascua, Estrella de Navidad, Santa Catalina, Flor de fuego y en Guatemala la conocen como Guacamayo.
En 1834, los botánicos dieron a esta hermosa flor su nombre científico, la llamaron Euphorbia pulcherrima y aunque suena medio feo, pulcherrima significa "la más bella".
En 1828, esta hermosa flor fue descubierta por el entonces embajador de Estados Unidos, R. Poinset, quien al verla tan hermosa la hizo su favorita y le puso su nombre, desde entonces, en Estados Unidos y otros países europeos en donde el embajador la envió, la conocen con el nombre de Poinsetia.

MONO DE NIEVE


el muneco de nieve es solo un simbolo de invierno en los paises a donde nieve. los ninos que le gustar jugar en la nieve; piensan en que hacer con la nieve. puenden hacer munecos de nieve, angels, bala de nieve para tiras a alguen o al un carro, o ir a potrase en una sleghed. pero el muneco de nieve solo sinifica que caundo venga la navidad qiuen nieve porque es mas bonito.

EL MODERNO ARBOL DE NAVIDAD



El moderno árbol de Navidad proviene de Alemania y sus primeras referencias datan del siglo XVI. Hasta el siglo XIX no llegaría a Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Puerto Rico, China y Japón. En España empezó a penetrar en el primer cuarto del siglo XX y en la actualidad se encuentra arraigado en la mayoría de Europa y Latinoamérica.
La leyenda del abeto es tan vieja como el cultivo del mismo árbol. Fue en el siglo VIII, en la antigua Germania, cuando un monje inglés, llamado Winfrid, taló en una nochebuena, un roble que era utilizado en las festividades paganas para ofrecer vidas en sacrificio. En ese mismo lugar brotó milagrosamente un abeto y por eso su especie se tomó como emblema del cristianismo. Para los bretones (grupo celta de Bretaña), el árbol de Navidad fue descubierto por Parsifal, caballero de la mesa redonda del rey Arturo, mientras buscaba el Santo Grial o cáliz de la Última Cena de Jesús. La leyenda cuenta que el caballero vio un árbol lleno de luces brillantes, que se movían como estrellas. El escritor alemán Goethe, en su libro Werther, también hizo alusión a un frondoso arbusto lleno de caramelos y figuras religiosas. El antecedente más cercano a nuestra tradición parece remontarse a la Alemania de los primeros años del siglo XVII. En 1605, un árbol fue decorado para ambientar el frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo.
La implantación de esta tradición en los diversos países europeos fue haciéndose paulatinamente, en 1813 penetró en Austria, en 1820 en Polonia en 1829 en Gran Bretaña, en 1840 en Francia...Una vez que llegó a Francia penetró lentamente a España por Cataluña a partir del primero cuatro del siglo XX. En España hubo grandes detractores de esta tradición como Dolors Cos en 1930 o Ramón Violant en 1948 que se quejaba de que mezclado entre los puestos de venta de figuras y adornos también aparecieran árboles de Navidad.El árbol de Navidad llegó a Finlandia en el año de 1800; en Inglaterra en 1829, y fue el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, quien ordenó adornar el castillo de Windsor con un árbol navideño en 1841. La tradición del abeto decorado, salió de Inglaterra directo a Estados Unidos, en tiempos de la colonización. Se le atribuye a August Imgard, un hombre de Ohio, quien instaló el primer árbol navideño, en 1847. De ahí en adelante, la cultura norteamericana ha sido abanderada en materia de decoración navideña. Árboles cuyas dimensiones, abarcan la atención en parques, centros comerciales, tiendas, calles y hogares. Sintético, natural, seco, fresco, blanco o verde; lo que importa es que se sigue adornado cada año y que alrededor de él se deposita la magia, la esperanza y la fe de tiempos mejores.

REYES MAGOS


Los Reyes Magos (también conocidos como los Reyes Magos de Oriente) es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida) que, tras el nacimiento del Niño Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra. En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía.
El nombre de magos proviene del
latín "magi" y éste del griego "μάγοι". Este término, sin tener el mismo significado que el actual, era un título que se le daba a las castas sacerdotales del zoroastrismo. Como parte de su religión, estos sacerdotes prestaban una especial atención al estudio de las estrellas, y ganaron una reputación internacional por la astrología.
La figura de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del
nacimiento de Jesús, algunos de dichos relatos fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica el número ni el título de "Reyes") quienes, tras seguir una estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra. Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de África, Europa, y de Asia respectivamente.

BELEN: NACIMIENTO DE JESUS


El belén, también llamado nacimiento, pesebre, portal o pasitos en los diferentes países y regiones de habla hispana, es la representación plástica de escenas de la Natividad de Jesús de Nazaret, que se suele exponer en las iglesias y en los hogares. La construcción y exhibición de belenes forma parte de la liturgia navideña en muchas partes del mundo, especialmente en la tradición católica. En la plaza de San Pedro, en el Vaticano, se arma anualmente un belén de tamaño natural.


En 1223 san Francisco de Asís dio origen a los pesebres o nacimientos, en una ermita de Greccio. Pero en un principio, la escena del nacimiento de Cristo era representado por personas reales dentro de un establo con animales, no con figuras de cerámica o barro.
En este primer nacimiento, san Francisco ya incluía al buey y al asno, basándose en la lectura de Isaías: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne" (Is. 1,3). Aunque estos animales ya aparecen en el "Pesebre" del siglo IV, descubierto en las
catacumbas de San Sebastián en 1877.
Posteriormente en el siglo XIV, la idea de los nacimientos se consolidó como tradición en la península itálica. En
Nápoles, el rey Carlos III promovió la difusión de los nacimientos en España. Aunque los frailes franciscanos ya empezaban a difundirlos desde el siglo XIII, al igual que en Alemania.
Con las modas
renacentista y barroca, la decoración de los nacimientos cobró fuerza y se volvió un arte. En América, los franciscanos usaron los belenes como método de evangelización. Fue allí donde comenzaron a ser anacrónicos, ya que incluían animales y plantas americanas, que en Palestina no se conocían en tiempos de Jesús, como los guajolotes, magueyes y nopales; pero que recordaban el caracter rural de la escena